Texto áureo: “Todas las cosas que pertenecen a la vida
y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento
de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia; por medio de estas cosas nos
ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas lleguéis a ser
participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay
en el mundo a causa de las pasiones” (2Pedro 1: 3, 4).
Ser participantes de la naturaleza divina, tal como lo trató de
explicar Pedro, es llegar al nivel más alto de la experiencia diaria del amor
al prójimo.
Piedad es sentir conmiseración hacia alguien que merece un
castigo. En el Antiguo Testamento este término se relaciona con la
misericordia ("Ten piedad de mi oh Dios, conforme a tu misericordia" Sal.
51:1). Pero en el Nuevo Testamento el término eusebia, traducido como
piedad, incluye las ideas de temor a Dios, obediencia a sus mandamientos y vida
religiosa. El énfasis es hacia la vida práctica. "La doctrina que es
conforme a la piedad" (1
Ti. 6:3). O sea, que la piedad es la doctrina puesta en acción, vivida,
practicada. Una persona de vida religiosa sincera, era llamada piadosa. Así se
nos habla de Simeón ("...este hombre, justo y piadoso, esperaba la
consolación de Israel" Lc.
2:25). En el día de Pentecostés, "moraban... en Jerusalén judíos,
varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo" Hch.
2:5. La piedad no quedará sin recompensa y podemos verlo en 1
Ti. 4:7-8 "Desecha las
fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad; porque el ejercicio
corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues
tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.
Pablo se expresa de esta manera: “Pero por tu dureza y por tu
corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de
la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a
sus obras: vida eterna a los que, perseverando en hacer el bien, buscan gloria,
honra e inmortalidad” (Romanos 2: 5-7).
Veamos la experiencia de Pablo. Su formula objetiva: “Así que,
ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir,
fruto de labios que confiesan su nombre. Y de hacer el bien y de la ayuda mutua
no os olvidéis, porque de tales sacrificios se agrada Dios” (Hebreos 13: 15,
16).
Analicemos los escritos de Ellen White referidos a la piedad como
poder de la iglesia.
“El mundo se convencerá no tanto por lo que el púlpito enseña como
por lo que la iglesia vive. El predicador anuncia la teoría del Evangelio, pero
la piedad práctica de la iglesia demuestra su poder” (Ellen White JT 2. Pág.
498).
Cuando la sociedad norteamericana vivía el estremecimiento causado
por el anarquismo promovido por los sindicatos de la época, Ellen White pedía a
los ASD implementar la igualdad entre ricos y pobres. Pero no al modo de la
fracasada experiencia de Pedro, que pedía que los ricos vendiesen sus
propiedades para darlas a los pobres, sino, como se dice: "dar el pescado
y enseñar a pescar". Experiencia de Pablo y la obra de sostén propio
(Hechos 18: 3; 20: 33-35). Veamos su expresión:
"Es propósito de Dios que ricos y pobres vivan unidos por
lazos de simpatía y de ayuda mutua. Los que disponen de recursos, de talentos y
capacidades deben emplearlos en provecho de sus semejantes" (El
Ministerio de Curación, 145).
La iglesia es llamada a organizarse para resolver el desempleo, la
pobreza y el hambre. Pero no como ahora sucede que una ONG internacional dirige
la obra filantrópica y social. E. White se opone.
“Los miembros de nuestras iglesias tienen mucha necesidad de
conocer la piedad práctica. Necesitan practicar la abnegación y el sacrificio
propio. Necesitan dar al mundo evidencia de que son semejantes a Cristo. Por lo
tanto la obra que Cristo requiere de ellos no debe ser hecha por medio de otro,
ni deben delegar a alguna comisión o institución la carga que ellos mismos
deben llevar. Han de llegar a ser semejantes a Cristo en carácter, dando de sus
recursos y de su tiempo, su simpatía, su esfuerzo personal, para ayudar a los
enfermos, consolar a los afligidos, aliviar a los pobres, estimular a los
desalentados, iluminar a los pecadores que están en las tinieblas, señalarles a
Cristo, y grabar en los corazones la obligación de guardar la ley de Dios.
“La gente está vigilando y pesando a aquellos que aseveran creer
las verdades especiales para este tiempo. Está vigilando para ver en qué
representan su vida y conducta a Cristo. Al empeñarse humilde y fervientemente
en la obra de hacer bien a todos, el pueblo de Dios ejercerá una influencia que
se hará sentir en toda aldea y ciudad donde penetró la verdad. Si todos los que
conocen la verdad echan mano de esta obra a medida que se les presentan las
oportunidades, haciendo día tras día pequeños actos de amor en el vecindario
donde viven, Cristo se manifestará a sus vecinos. El Evangelio será revelado
como poder viviente, y no como fábulas por arte compuestas u ociosas
especulaciones. Se revelará como una realidad, no como el resultado de la
imaginación o el entusiasmo. Esto tendrá más consecuencia que los sermones, la
profesión de fe o los credos” (Ellen White JT 2. Pág. 501, 502).
Cada iglesia en su barrio y/o urbanización tienen el derecho de
vivir la experiencia de la piedad práctica o ayuda mutua. No se puede impedir
algo que conceden nuestras leyes en Venezuela:
"El Estado garantizará la libertad de religión y de culto.
Toda persona tiene derecho a profesar su fe religiosa y cultos y a manifestar
sus creencias en privado o en público, mediante la enseñanza u otras prácticas,
siempre que no se oponga a la moral, a las buenas costumbres y al orden
público. Se garantiza, así mismo, la independencia y la autonomía de las
iglesias y confesiones religiosas, sin más limitaciones que las derivadas de
esta Constitución y la ley. El padre y la madre tienen derecho a que sus hijos
e hijas reciban la educación religiosa que esté de acuerdo con sus
convicciones.
"Nadie podrá invocar creencias o disciplinas religiosas para
eludir el cumplimiento de la ley ni para impedir a otro u otra el ejercicio de
sus derechos" Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Artículo 59
“Si alguno enseña otra cosa y no se conforma a las sanas palabras
de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que es conforme a la piedad, está
envanecido, nada sabe y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras de
las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, discusiones
necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, toman la
piedad como fuente de ganancia. Apártate de los tales” (1Timoteo 6: 3-5).
¿Es la pobreza sinónimo de escases, falta de visión y
emprendimientos económicos de los que dicen amar al prójimo como a sí mismos?
¿Tiene razón el evangelio de acusar a los pastores como simples
"asalariados"? ¿Que no pueden o no quieren planificar el desarrollo
socio productivo de las iglesias, sino vivir descaradamente de ellas?
"El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he
venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
"Yo soy el buen pastor;d el buen pastor su vida da por las
ovejas. Pero el asalariado, que no es el pastor, de quien no son propias las
ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las
ovejas y las dispersa. Así que el asalariado huye porque es asalariado y
no le importan las ovejas.
"Yo soy el buen pastor y conozco mis ovejas, y las mías me
conocen" (Juan 10: 10-14).
La animadversión se estudia como materia obligada, puesto que,
ningún buen discípulo de Cristo anhelará la piedad si no la conoce a
profundidad y padece la necesidad de aborrecer la hostilidad que sufre contra
el prójimo.
Animadversión es: animosidad - asco - aversión - hostilidad - hostilidades - desafección -despecho - encono - enemistad - fila - hincha - inquina - odio - ojeriza -rencor - repugnancia - resentimiento - tirria
Pregunta: ¿Hacia quién se dirige la animadversión?
Respuesta: Hacia nuestro prójimo.
La doctrina debe ser conforme a la piedad (1 Tim. 6: 3-5).
”La piedad práctica de la iglesia demuestra su poder” (Ellen White
JT 2. Pág. 498)
“En estos tiempos, no se conocen
casi las persecuciones y el oprobio por amor de Cristo. Muy poca abnegación y
sacrificio son necesarios para asumir una forma de piedad y hacer inscribir el
nombre de uno en los registros de la iglesia; pero el vivir de tal manera que
nuestros caminos agraden a Dios y nuestros nombres estén registrados en el
libro de la vida, requerirá vigilancia y oración, abnegación y sacrificio de
nuestra parte. Los que profesan ser cristianos no son ejemplo para la juventud,
sino tan sólo en la medida en que sigan a Cristo. Las buenas acciones son
inequívocos frutos de la verdadera piedad. El Juez de toda la tierra dará a
cada uno conforme a sus obras. Los niños que siguen a Cristo tienen una lucha
delante de sí; tienen que llevar diariamente una cruz para salir del mundo,
mantenerse separados e imitar la vida de Cristo” (Ellen White, Testimonios para
la iglesia. Tomo 1. 359).
Conclusión: Hoy podemos financiar la ayuda mutua, como piedad
práctica, si implementamos el diezmo para los pobres y desarrollamos la red
social financiera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario